El Valle de Arán es conocido por la belleza de sus paisajes, por su atractivo indudable y por la rica cultura que desprende. No obstante, esto no es lo único que llama la atención de los turistas. Por si no lo sabías, estos famosos lugares están repletos de historias y leyendas que merece la pena descubrir. Si estás pensando en realizar un viaje en estas fechas, presta atención a este artículo en el que aprenderás a disfrutar de una de las zonas más bonitas de nuestro territorio y busca ya la disponibilidad de los alojamientos de calidad en el Valle de Arán de Alma de Nieve ¡Empezamos!
El Macizo de La Maladeta
Antes de adentrarnos en el mundo de las fantasías y los cuentos, es importante conocer su contexto. El Macizo de la Maladeta, de la que nace una de las más increíbles historias, es el macizo de mayor altura de los Pirineos. Situado en Aragón, provincia de Huesca, se encuentra en la parte central de la cordillera, al sur se halla el valle de Vallibierna y al norte la cabecera del Valle de Benasque.
Por si no lo sabías, su cima más alta es el pico Aneto (3403,5 metros), aunque también destacan otras cumbres como el pico Alba (3118 metros), el pico Maldito (3356 metros), la Maladeta (3308 metros), el pico Medio (3346 metros), la Punta de Astorg (3355 metros), el pico Tempestades (3290 metros), el pico de Coronas (3293 metros), el pico Margalida (3241 metros) y el pico Russell (3185 metros).
La maldición de la Maladeta
Como venimos anticipando, el Valle de Arán no es conocido solamente por sus parajes y encantos, sino también por sus mágicas historias. Según cuenta una de sus leyendas más conocidas, hace ya mucho tiempo, los pastores llevaban a sus rebaños a las laderas de la Maladeta para disfrutar de los verdes pastos hasta la llegada del invierno. Una tarde de otoño, una nevada inesperada obligó a aquellos pastores a cobijarse en una cabaña. No obstante, eso no fue algo que supusiera demasiado problema, ya que, sentados junto al fuego, comenzaron a contar alegremente las peripecias de su jornada laboral para pasar el tiempo entretenidos.
De repente, alguien llamó a la puerta. Se acercaron para abrirla y descubrieron a un harapiento mendigo en busca de un lugar en el que guarecerse de la nieve y el frío. Ante esta petición, los pastores reaccionaron de manera insolente indicando al mendigo que se buscase una piedra bajo la cual refugiarse. En ese momento, un rayo cayó sobre la tierra y el mendigo comenzó a elevarse hasta las nubes rodeado de un halo luminoso ante la atenta mirada de los pastores. Se elevó y se elevó hasta desaparecer en los cielos, pero no sin antes lanzar una maldición sobre los pastores que habían obrado tan mal. Por si fuera poco, los rebaños huyeron en mitad de la noche y los pastores, que salieron a buscarlos desesperados, nunca más volvieron a ser vistos. Eso sí, son muchos los que dicen que se han convertido en piedras enterradas en la nieve.
A pesar de que los estudiosos dejan claro que el nombre de La Maladeta proviene del antiguo “Mala Eta”, que significa “las rocas de arriba” o “la más alta”, esta leyenda que acabamos de contar hizo que ganase fama la referencia a “Montes malditos”. De hecho, tanto se popularizó esta leyenda que en 1725, el alcalde de Esterri organizó una expedición para poder encontrar a los pastores protagonistas y a sus ovejas entre la nieve y las rocas de la Maladeta.
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