El esquí de pendiente es una modalidad de esquí alpino que consiste en descender por laderas de montaña con una inclinación pronunciada y nieve de todo tipo. Para practicar esta disciplina, precisas mucha técnica, habilidad y valentía, ya que se alcanzan altas velocidades y se afrontan pasos estrechos, expuestos y obligatorios. Desde Alma de Nieve, tus alojamientos en Baqueira con todo tipo de comodidades, te queremos contar más sobre está disciplina.
¿Qué es el esquí de pendiente?
El esquí de pendiente es un tipo de esquí alpino que se practica fuera de las pistas balizadas y señalizadas de las estaciones de esquí. Se busca descender por laderas con una determinada inclinación que implica un nivel de dificultad. No es una modalidad competitiva, sino una forma de expresión personal y de contacto con la naturaleza.
¿Cómo practicar el esquí de pendiente?
Para practicar el esquí de pendiente necesitas tener una buena condición física, una excelente técnica de esquí y un buen conocimiento del terreno y del clima. Además, debes contar con el equipo adecuado y las medidas de seguridad requeridas.
El equipo
Los esquís deben ser anchos, cortos y ligeros, para facilitar el giro y el flotar sobre la nieve. Las fijaciones, resistentes y con un sistema antifractura, mientras que las botas han de ser rígidas y cómodas, para transmitir bien la fuerza y prevenir lesiones.Elige bastones regulables y con rosetas grandes, para adaptarse a la inclinación y evitar que se hundan en la nieve. El casco, las gafas, los guantes y la ropa deben ser apropiados para protegerse del frío, del sol y de posibles golpes.
La técnica
Esta modalidad precisa una buena técnica de giro, equilibrio y frenado. Debes adoptar una posición centrada sobre los esquís, con las rodillas flexionadas y el tronco ligeramente inclinado hacia adelante. Mira siempre hacia abajo, para anticipar los obstáculos y los cambios de nieve.
El descenso
Lo debes realizar con precaución, respeto y responsabilidad. Hay que descender uno por uno, manteniendo siempre el contacto visual y auditivo con el resto del grupo. Por lo demás, disfruta del paisaje, de la sensación de deslizamiento y de la emoción del reto.
¿Qué grado de inclinación hay que conseguir?
El grado de inclinación es uno de los factores que determinan la dificultad y el riesgo del esquí de pendiente. A mayor inclinación, mayor exigencia técnica y exposición a una caída. El esquí de pendiente se considera a partir de los 40º (84 %), que es el límite a partir del cual la nieve empieza a deslizarse por su propio peso.
¿Qué técnicas hay que tener en cuenta?
El esquí de pendiente requiere dominar algunas técnicas específicas que permiten afrontar con seguridad y eficacia las situaciones que se pueden presentar en este tipo de terreno. Algunas de estas técnicas son las siguientes:
- El salto: Consiste en saltar por encima de un obstáculo o un cambio brusco de pendiente, manteniendo el equilibrio y la trayectoria.
- El viraje por salto: Se trata de girar en el aire aprovechando el impulso del salto. Se debe iniciar el giro antes del despegue, girando los hombros y los brazos en la dirección deseada.
- El viraje por pivote: En este caso, tienes que girar sobre el eje vertical del cuerpo, usando los bastones como apoyo. Es preciso que claves los bastones en la nieve a ambos lados del cuerpo y levantes ligeramente los esquís del suelo.
- El viraje por derrape: Giras deslizando los esquís sobre la nieve, sin clavar los cantos. Inclinas el cuerpo hacia el interior del giro y flexionas las rodillas para absorber las irregularidades del terreno.
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