Cada cuanto tiempo cambiar el material de esquí

El material de esquí supone un desembolso bastante grande, pero si eliges el material de calidad y lo utilizas adecuadamente te acompañará durante mucho tiempo. Las amantes de este deporte suelen preguntarse la frecuencia con la que es necesaria realizar estos cambios. La respuesta varía en función del material. Veamos unos cuantos consejos para tener el material de esquí en perfecto estado y disfrutar de una excelente experiencia en Baqueira.

Los esquís y la pérdida de la curvatura

Los esquís cuentan con una vida útil que se sitúa entre los 80 y 100 usos o pasados entre 5 y 8 años. El motivo está relacionado con la curvatura del esquí o camber, es decir, la distancia que hay entre la nieve y el centro del esquí sin peso. Al usarlo se va perdiendo empeorando el agarre del mismo y perdiendo el control al deslizarse,, especialmente en nieve dura. El desgaste de este elemento es el principal motivo de sustitución.

Por supuesto, las novedades de los nuevos equipos (como fue el caso del rocker) puede ser otro factor de relevancia a la hora de cambiarlos. Dentro de los esquís se incluyen las fijaciones, este elemento suele resultar bastante duradero y se cambia acorde a los esquís, por rotura o en caso de comprar una nueva bota que requiera una fijación distinta.

Para asegurar un correcto funcionamiento de esquís y fijaciones es recomendable que pases por el taller antes del comienzo de cada temporada. Es posible una revisión a fondo, comprobar la curvatura, afilar los cantos y darles cera para disfrutar al máximo de tu temporada de nieve. Esta revisión es más importante cuantos más años y usos tengan los esquís.

Las botas, el elemento con menos desgaste pero más estrés

En el caso de las botas suele existir una preocupación fundamental: las botas nuevas hacen daño. Esta premisa suele ser la excusa perfecta para alargar el máximo posible el cambio de este material. Además, estos elementos no suelen sufrir un desgaste muy visible debido a su material y el poco impacto que reciben, pero no cambiarlas es un error.

El plástico de la bota sufre estrés, que provoca que pierda su dureza especialmente en la caña. Esto deriva en un peor apoyo lateral que puede afectar a nuestra postura y, especialmente, a la rodilla. Aunque guardes la bota de manera adecuada, el paso del tiempo genera este problema, por lo que se recomienda cambiarlas cada uno o dos años (para usos altos entre 60 y 80 días de esquí por temporada) y un máximo de 5 para el resto de practicantes.

Los bastones, un equipo imperecedero

En el caso de los bastones no necesitarás cambiarlos nunca. Su sustitución estará más relacionada con una función estética o rotura que por un desgaste o deterioro del material. Por supuesto, las novedades técnicas como fue la reducción de la longitud o la inclusión de la curvatura pueden ser otro motivo para ello, pero es una elección personal.

El caso y la seguridad

Por último, nos centramos en el casco. Se trata de la principal pieza de seguridad para los esquiadores y de uso obligatorio en la pista. Existen dos motivos principales para sustituir este elemento. El primero de ellos es ante un impacto fuerte en el mismo, aunque no cuente con ningún daño aparente. La estructura interna habrá cumplido su función y estará dañada,, por lo que reduce su eficiencia. El segundo caso sucede pasados los cinco años, ya que el desgaste del paso del tiempo puede afectar a su robustez y suelen aparecer nuevos materiales y elementos que les aportan mayor ligereza y seguridad.

Como puedes comprobar, cada pieza del material de esquí requiere cambios en algún momento. Recuerda revisar tu equipo antes de lanzarte a la pista a disfrutar de tu pasión. Si vas a hacerlo en el Valle de Arán puedes alojarte en los apartamentos turísticos de Alma de Nieve y disfrutar de esta preciosa zona y sus estaciones.