5 bosques del Valle de Arán para no perderse en otoño

El otoño es una estación ideal para descubrir el Valle de Arán. En esta ocasión hemos querido recomendarte los cinco bosques en los que no debes dejar de adentrarte si te decantas por organizar una escapada en las próximas fechas a esta comarca del Pirineo leridano.

Una ruta por un entorno privilegiado y lleno de magia

En otoño, el Valle de Arán se tiñe de colores ocres y anaranjados que dibujan paisajes de fábula. Conangles, Toran, Baricauba, Hayedo de Carlac y Loseron lucen sus mejores galas en estos meses finales del año. Conozcamos un poco más sobre ellos.

Conangles

En el municipio de Vielha se encuentra el que está calificado como uno de los hayedos y abetales más importantes de la península ibérica, el Bosque de Conangles. El río Noguera Ribagorzana atraviesa este paraje, situado cerca de la boca sur del túnel de Vielha, junto al hospital. El refugio de Conangles y el Tuc de Molières, uno de los picos más altos del valle aranés, están entre sus principales atractivos.

En este bosque encontrarás rutas para practicar senderismo, una extensa área habilitada para hacer pícnic, e incluso es el punto de partida desde donde salen excursiones a lugares de interés de la zona, principalmente, el Parque Nacional de Aigüestortes y el lago de San Mauricio.

Toran

Está situado en el Valle de Toran, una de las áreas más desconocidas del Arán, justo antes de que el río Garona se adentre en territorio francés. Hayedos, abetales y robledales se alzan con vigor en esta zona estrecha y húmeda, gracias al clima diferente que predomina, influenciado por el Atlántico.

Hay un sendero de recorrido fácil, de unos 2 kilómetros de longitud y apenas 100 metros de desnivel, que puedes completar en menos de una hora para descubrir el bosque desde dentro. Algunos puntos de interés son el refugio de Era Honeria o las pequeñas aldeas de Eth Pradet, Sant Joan de Toran, Canejan y Porcingles, así como el macizo de la Maladeta.

Bosques del Valle de Arán

Baricauba

Un bosque de abetos único y singular que rodea la Bassa de Olets, un hermoso lago de alta montaña que forma parte de un paisaje espectacular. Para disfrutar de este paraje idílico, puedes recorrer la ruta que lo rodea, que es bastante sencilla y da comienzo en Gausac, a un solo kilómetro.

Por sus características, es un área perfecta para visitar con niños. Te animamos a que te desvíes un poco y llegues hasta la ladera del pico Montcorbison.

Hayedo de Carlac

Conocido como el bosque encantado de Carlac, está situado en la localidad de Bausen, en el Bajo Arán, y contiene un recorrido circular de unos 6,5 kilómetros de longitud. Este hayedo milenario es, sin duda, uno de los rincones más atractivos de la comarca.

La ruta sube hasta el Coret de Pan, desde donde obtendrás unas vistas privilegiadas del macizo Aneto-Maladeta en su vertiente norte. El trazado es corto, pero presenta cierto desnivel. Si tienes tiempo, visita Bausen y la ermita de Sant Roc.

Loseron

Se ubica en la periferia del Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici y destaca, sobre todo, por sus abetos de enormes dimensiones. Hay una ruta circular, con principio y fin en la Cabana de Loseron, de menos de dos kilómetros con una pendiente pronunciada.

Para acceder a ella tendrás que llegar hasta el pueblo de Arties y buscar el camino de Pruedo. Es una zona preparada para los aficionados al senderismo. Puedes poner el broche a la jornada visitando Arties, o bien las localidades cercanas de Vielha o Salardú.

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